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Théodore Géricault
Théodore Géricault (1791-1824)
Pintor
Trastorno psicótico
Théodore Géricault nace en Rouen en 1791 en el seno de una acaudalada familia Fue discípulo de Guérin, en cuyo estudio trabajó después de haber estudiado con Carle Vernet entre 1808 y 1810. Más tarde estudió en Italia entre 1816 y 1817.
Nacido tres años después de la Revolución Francesa, crece en una época de gran inestabilidad política y social. Esta inquietud afecta a su espíritu y se refleja en una búsqueda del movimiento y de la tensión que poco tienen que ver con la calma y la serenidad que irradian los clásicos.
En vez de mirar a los maestros del renacimiento, prefiere la inestabilidad y la retórica del barroco. La influencia de Rubens es particularmente notoria en su pintura, así como los juegos de luz de Caravaggio. Ya en sus primeras obras, como el "Oficial de cazadores de la guardia imperial a la carga" o "La doma de toros", se refleja la preocupación por plasmar el movimiento violento y la tensión.
Su obra maestra, "La balsa de La Medusa", responde al clima de crispación social provocado por un suceso escandaloso: el naufragio de un barco, La Medusa, debido a la ineptitud de su capitán que había conseguido su puesto gracias a su ascendencia aristocrática y que huyó dejando a 149 personas a la deriva. Sólo sobrevivieron quince tras trece días de hambre, sed y agonía. Géricault quiere representar el momento en que los supervivientes, compartiendo su precaria balsa con algunos de sus compañeros muertos, creen divisar un barco que pudiera traerles la salvación. Se trata de una dramática escena compuesta en una marcada diagonal y bañada con una luz dura y de sombras muy marcadas.
Previamente a la realización de su Balsa, pasó unos años documentándose para tratar de representar la escena con el máximo verismo. Incluso visitó el lugar del suceso, las costas normandas, para poder deducir mejor el movimiento de la balsa. De esta época datan sus estudios anatómicos dedicados a los cadáveres de criminales ejecutados ("Miembros amputados" y "Cabezas de prisioneros ejecutados").
En 1820 viaja a Londres para mostrar su obra y allí realiza una serie de acuarelas y litografías sobre los efectos desfavorables de la revolución industrial. Con ellas se adelanta al realismo, corriente de fuerte contenido social en la que profundizarán Daumier y Courbet varios años después. Ejemplos admirables son la "Escena londinense: "Piedad para las desdichas de un pobre viejo" y "El gaitero".
A su vuelta de Inglaterra, con la colaboración de su amigo el psiquiatra Étienne-Jean Georget, realiza una serie de lienzos cuyo tema es la relación de las enfermedades mentales con los rasgos fisonómicos de los individuos que las sufren. Así, retrata a "La monomaníaca del juego" o a "El cleptómano", entre otros.
Es un pintor que representa el paso del clasicismo, donde se forma como artista, al romanticismo, al mismo tiempo que se anticipa el realismo, siendo grande la trascendencia de su obra, a pesar de su temprana muerte acaecida con tan sólo 32 años en París como consecuencia de una caída de caballo, .
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