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El Monstruo

29/04/08 | El Monstruo

El austríaco de 73 años que durante 24 años mantuvo secuestrada a su hija en el zulo de su propia casa y con la que tuvo siete hijos ha confesado hoy los hechos denunciados ayer por la mujer, que ahora tiene 42 años. Junto con ella, salieron también del zulo tres de sus hijos, quienes no habían visto nunca la luz del sol, por lo que están siendo atendidos en el hospital.


Los tres hijos -de 19, 18 y 5 años- presentan tanto problemas físicos, sobre todo en la piel y los ojos debido al aislamiento, como psicológicos a causa del confinamiento al que les sometió toda su vida su abuelo y padre.

En declaraciones a la agencia Reuters, el psiquiatra Max Friedrich, que trabaja en el hospital donde están siendo tratados, explicó que los hijos de Elisabeth Fritzl, quien ha permanecido secuestrada desde los 18 años, están siendo sometidos a varias pruebas, sobre todo en los ojos y su piel.

En el aspecto psicológico, Friedrich subrayó que los tres hijos de Fritzl no han podido "desarrollar ningún tipo del sentido de la comunidad que podrían haber obtenido yendo la escuela o jugando" con otros niños.

Friedrich fue el psicólogo que también atendió hace casi dos años a Natascha Kampusch, la joven que en agosto de 2006 se escapó de su secuestrador tras más de ocho años de cautiverio.

Un día después de conocerse el escalofriante caso de incesto y encierro durante 24 años en la ciudad austríaca de Amstetten, las autoridades locales dieron el caso por esclarecido, con la confesión de Fritzl, jubilado de 73 años.

Las autoridades informaron de que el ingeniero confesó haber encerrado en un calabozo subterráneo a su hija Elisabeth, que tiene 42 años, de haberla golpeado y violado sistemáticamente y de ser el padre de siete hijos nacidos de esa relación.

El responsable de la seguridad pública de Baja Austria, Franz Prucher, aseguró que con la confesión "este caso está resuelto" y agregó que se trata de uno de los más graves en la historia criminal de la república alpina, "que supera todo lo conocido hasta ahora".

El acusado esta previsto que sea trasladado hoy mismo a la Fiscalía de Sankt Pölten, capital del Estado federado de Baja Austria, donde será puesto a disposición de un juez de lo Penal. Según la confesión del acusado, uno de los bebés, que murió en 1996 poco después de nacer, fue quemado por Fritzl en la caldera de de calefacción de la casa, ha dicho ante la prensa Franz Polzer, jefe de la policía del estado federado de Baja Austria.

Tres de los hijos nacidos del incesto (de entre 10 y 15 años) fueron traslados por Fritzl a la casa familiar e integrados como si fueran nietos y luego hijos adoptivos, mientras que los otros tres (de 5, 18 y 19 años) permanecieron toda su vida bajo tierra, hasta ser liberados hace pocos días.

La versión que Fritzl sostuvo ante su esposa y el resto de la familia fue que Elisabeth desapareció para adherirse a una secta en un lugar desconocido, donde habría tenido varios hijos, algunos de los cuales dejó delante de la puerta de la casa de sus padres.

Josef Fritzl y su esposa Rosemarie, de 69 años, también tuvieron siete hijos en su matrimonio, incluyendo Elisabeth, quien fue objeto de los abusos sexuales de su padre desde que tenía 11 años. Los detalles dados a conocer hoy dibujan un escenario dantesco de la vida subterránea de la joven mujer, que dio a luz seis veces en condiciones infrahumanas y sin atención médica alguna.

El calabozo tenía apenas unos 60 metros cuadrados, con cuatro habitaciones de techos de apenas 1,7 metros de altura, en donde Fritzl instaló un baño, una ducha y también un televisor, lo que permitió a sus moradores cierto contacto con el mundo exterior.

La macabra historia salió a la luz cuando la mayor de los hijos encerrados, Kerstin, de 19 años, tuvo que ser hospitalizada por sufrir una grave enfermedad, que los médicos atribuyen a una degeneración genética típica de un incesto. Tras ser internada en un hospital local, Fritzl liberó a los otros dos hijos que todavía permanecían encerrados y le explicó a su mujer que Elisabeth, la hija desaparecida, había vuelto finalmente y que esos hijos eran producto de sus relaciones mantenidas en una secta.

Según ha informado el médico responsable del caso, Albert Reiter, la joven se encuentra en un estado "muy grave" en un coma inducido, y "sólo Dios sabe" si podrá sobrevivir. Las autoridades se negaron a explicar cuál es el estado psíquico de los encerrados.

En el entorno de la casa de la familia en Amstetten, una ciudad de unos 23.000 habitantes, a 130 kilómetros al oeste de Viena, los vecinos se mostraron hoy sorprendidos e incrédulos por los sucedido en este barrio de clase media. "Siempre supimos que la hija estaba en una secta y que dejaba a sus hijos con sus padres, lo que a mucha gente le pareció admirable por parte de los abuelos", reconoció una vecina. Otro vecino dijo que el sospechoso era un hombre "normal y corriente, siempre amable y en buen estado físico".

Natasha Kampusch ofrece su ayuda
El caso ha causado un gran revuelo mediático, con periodistas llegados a Amstetten de todo el mundo para informar sobre este suceso, que se produce menos de dos años después de la liberación de Natascha Kampusch, otra joven austríaca que estuvo encerrada por su captor durante ocho años en un sótano cerca de Viena.

Precisamente Natascha Kampusch, convertida tras su liberación en una estrella mediática, ha ofrecido su ayuda a Elisabeth Fritzl. "Tuve este deseo espontáneamente", ha dicho Kampusch a la radio pública ORF, respecto al caso de la familia Fritzl que mantiene estupefacta y horrorizada a la población de la república alpina desde ayer, cuando salió a la luz.

Kampusch explicó que ya se ha puesto en contacto con las autoridades del Estado federado de Baja Austria, donde, en la ciudad de Amstetten, se encuentra la vivienda de los Fritzl y el sótano en el que Elisabeth y tres de sus hijos estaban recluidos.

Kampusch dijo que deseaba sobre todo contactar con Elisabeth, ya que considera haber vivido un suplicio comparable, pero también desea ayudar a toda la familia con parte del dinero que ha recaudado en los últimos dos años. "Por un lado, me preocupa la familia, porque toda la agitación de la prensa seguro que no es bueno para esas personas", dijo la joven de 20 años.

Por otro lado, cree que ayudará un apoyo financiero sobre todo para educar y reintegrar a los hijos e hijas de Elisabeth. "Sí. El dinero ayuda al menos", pues "hay que pensar que crecieron allí, y tendrán dificultades en sus relaciones sociales y de otro tipo", dijo Kampusch.


Desde aquí en este blog que habla de Arte, de belleza, de palabras, hoy quiero hablar del horror, quiero decir al mundo que la repulsa que todos empleamos contra el terrorismo, deberíamos emplearla contra estos casos.

¿Que hemos hecho las mujeres, las niñas y los niños para ser asi de maltratados? La perversión del monstruo que devora a sus propios hijos, pasa a ser una pervesión de la sociedad que acepta que cada dia ocurran estas cosas en diferentes lugares del mundo, criticamos las culturas arcaicas por sus costumbres, pero no hacemos nada ante estos hechos, casi frecuentes actualmente, en los que mueren, son humilladas mujeres, niñas, niños, en una Europa que se considera democrática, que se considera superior a otros continentes, me avergüenzo de pertenecer a una raza humana en la que ocurre esto.

La venganza no sirve en estos casos, la justicia tampoco, tenemos el caso reciente de Mari Luz en España en el que la justicia está más que implicada en las responsabilidades de esta muerte. Un indeseable individuo paseándose de un lado para otro después de humillar, violar, maltratar y asesinar, y así un dia y otro, ¿hasta cuando?

¿Tenemos que ser el pueblo quien impongamos las normas y las exijamos a los gobiernos? no tengo palabras para decir lo que siento ante estas situaciones, si yo fuera un animal lucharia contra el animal, por la fuerza conseguiría comida, posesión de territorio y hasta hembras, pero soy una persona con un cerebro que debo usar.

Si lo uso, veo que la maldad del ser humano supera la bondad y eso es imposible de cambiar.

No quiero un mundo utópico y feliz, pero tampoco quiero monstruos que se coman a sus hijos y a sus mujeres.

Hombres, ¿sabeís lo que haceís?
¿compredeís el mundo?
¿necesitais la posesión?
no useis la espada,
usad la pluma,
usad el arte,
usad el amor.

P. Bamba

11:25 | Permalink | Comentarios (1) | Tags: viena, maltrato, pederasta, asesio de viena

Comentarios

Impresionante tu escrito , Y la obra de Goya que has elegido también.
Estoy de acuerdo contigo, cada dia hay mas maldad en este mundo, cuando pensamos que ya no nos va a sorprender nada, surge una nueva noticia mas horrorosa que nos deja sin palabras.
Un beso

Anotado por: Maru | 01/05/08

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