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Francisco Mora

24/04/07 | Francisco Mora

¿Enferman las mariposas del alma?
Francisco Mora
Alianza. Madrid, 2004. 245 páginas, 16 euros




Francisco Mora. Foto: Mercedes Rodríguez





Misteriosas mariposas del alma –en cita de Cajal que recoge el autor–, células en la materia gris, de formas delicadas y elegantes, “cuyo batir de alas quién sabe si esclarecerá algún día el secreto de la vida mental”.

Mariposas a las que el profesor Mora ha dedicado abundantes estudios desde su mirada de neurobiólogo y ahora quiere posarla en los trastornos a que pueden estar sujetas: “Cerebro, locura y diversidad humana” subtitula el libro y busca en él las relaciones entre la neurociencia y la psiquiatría, de modo que los nuevos conocimientos proporcionados por la primera acudan en ayuda del diagnóstico de las enfermedades mentales.

Y así va estableciendo conexiones entre procesos cerebrales y trastornos de la mente en una amplísima gama de la que aporta experiencias y variada documentación. Esquizofrenia, depresiones, locura maniaco-depresiva, enfermedades degenerativas, van siendo analizadas y comparadas con estados incluso emocionales, cuya presencia estimula las mismas áreas cerebrales. Busquemos algunos ejemplos, ante la imposibilidad de resumirlo todo. ¿Puede darse la esquizofrenia en los chimpancés? La pregunta persiste sin haber sido contestada y no se ve todavía si es posible pasar por continuidad desde el cerebro posiblemente enfermo del chimpancé al del hombre, bien sea por un cambio genético del mismo cerebro o por el medio ambiente u otras causas.

Al medio ambiente se le dedica una particular atención, ya que el destino del ser humano no está escrito en los genes ni en ninguna otra parte: la expresión de cualquier gen puede variar por el medio ambiente, como se pone de manifiesto en las diferencias entre gemelos univitelinos, de forma que la relación genes/ medio ambiente constituye una unidad funcional. Y piensa el autor que junto al genoma y al proteoma debería estudiarse el “ambioma”, una nueva área de conocimiento que nos enseñe cómo genes mutados y su interacción con el medio ambiente pueden originar una enfermedad mental y, por tanto, prevenirla.

Pero entra también en el terreno moral, puesto que pueden darse aberraciones causadas por la locura, de modo que las neurociencias cognitivas parecen adentrarse cada vez más en el laberinto de la intimidad del ser humano. Tampoco descuida ese nexo entre genialidad y locura, con agudas interpretaciones sobre caracteres y comportamientos de grandes figuras históricas de la cultura. Lo mismo que las analogías que ve entre las expectativas de los místicos y las debidas a un ataque epiléptico; existen circuitos neuronales que intervienen en ambos procesos cerebrales, pero su significado queda intacto y abierto a la interpretación religiosa o de otro tipo.

Gran despliegue de ideas, quizá con más preguntas que respuestas, como es propio de la ciencia en marcha, el que aporta este libro. La humildad, netamente científica, con que confiesa las escaseces actuales en algunos temas no puede ocultar el enorme acervo de conocimiento que subyace en todo lo que el profesor Mora nos ha puesto delante. Hasta los sueños entran en su análisis, preguntándose si representan un trastorno mental, aunque reversible. Y permítaseme terminar con un pequeño toque personal. Por modelo de lo que supone la recuperación del sueño rem tras noches de insomnio elige “una buena semana de San Fermín”: días de alcohol, cantos, carreras y sueño corto en el césped o sobre un banco requieren una buena dormida reparadora. Como pamplonés de un lejano pasado sanferminero, no ha dejado de hacerme cierta gracia.


Cuatro cuestiones a Francisco Mora
–¿Enferman las mariposas del alma?
–Sí, si entendemos por mariposas lo que entendía Cajal, “células delicadas y elegantes, las misteriosas mariposas del alma, cuyo batir de alas quién sabe si esclarecerá el secreto de la vida mental”.

–¿Qué es el “ambioma”?
–Un conjunto de elementos no genéticos que rodean al individuo y que junto con el genoma, conforman su desarrollo.

–¿Las depresiones, la esquizofrenia, son inevitables en un mundo de bienestar?
–Son evitables, porque muy pocos hombre vienen determinados genéticamente a padecer esas enfermedades.

–¿Por qué las neurociencias se pasean cada vez más por la intimidad del ser humano?
–Porque el cerebro es el depositario de lo que ese hombre es, tanto en su historia personal como en su historia evolutiva.

22:20 Anotado en Science | Permalink | Comentarios (0)

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