25/04/07 | Artaud
Artistas ¿o dementes?
Pintores que se hicieron los locos y locos que se hicieron pintores
Desde la antigüedad se ha repetido que los artistas son propensos a la demencia. Pero el aprecio del arte de los auténticos perturbados no empezó hasta los años veinte de nuestro siglo, sobre todo a partir de la publicación de un libro del psiquiatra alemán Hans Prinzhorn. Muchos artistas "sanos" se acercaron entonces a las producciones de los dementes y representaron la locura. La defensa del irracionalismo de los surrealistas aumentó la consideración de este género de arte, que no ha dejado de crecer. Esta exposición que recogemos en estas páginas está dedicada al arte de los alienados. Con el nombre de Arte y Locura, se reúnen en el Kunstforum de Viena, hasta diciembre, 350 obras de grandes maestros en torno a tres grandes ejes: la representación de la locura, el arte de los dementes y la recepción de ese arte en la creación de nuestro siglo. Estos son algunos ejemplos descriptivos de artistas que se recrearon en el mundo de la locura y de otros que enloquecieron y crearon.
ANTONIN ARTAUD
Además de actor, poeta, creador del teatro de la crueldad y artista, Antonin Artaud fue un enfermo crónico que conoció su primer manicomio a los 19 años. Entre medias formó parte de los surrealistas y dedicó un año a los alucinógenos en México. Al igual que en sus escritos, Artaud intentaba en sus dibujos acceder a mundos que el lenguaje no pudiera interpretar y conseguir estados semejantes a los que se procuraba con la droga. Creía en el poder mágico de sus dibujos, como esta contorsionada Cabeza azul, realizada en 1946 en el manicomio en el que moriría dos años más tarde.
THEODORE GERICAULT
Théodore Géricault fue un romántico francés que se hizo famoso al pintar un cuadro descomunal y truculento sobre un naufragio, la célebre Balsa de la Medusa. Para preparar este cuadro pintó minuciosos retratos de enfermos y cadáveres, a veces troceados, que demuestran un gusto morboso que también aparece en sus penetrantes retratos de locos, como esta Maniaca ludópata (1822) y se conserva en el Louvre. Se dedicó también a asuntos alegres, en particular carreras de caballos, tema en el que fue especialista. No acabó loco ni tampoco naufragó. Murió al caerse de un caballo.
AUGUST NATTERER
Fue un ingeniero y hombre de negocios al que le iban las cosas como es debido hasta que a los 39 años tuvo una visión portentosa: el cielo se le abrió y ante sus ojos apareció el Juicio Final, acompañado de guerras y todas las bellezas del mundo. La alucinación iba a una velocidad tan endiablada (diez mil caían a la media hora) que al salir del delirio cogió una depresión que le llevó a intentar suicidarse y después al manicomio. En el asilo se dedicó a redimir al mundo y dibujar sus visiones en un estilo minucioso que fascinó a artistas como Max Ernst o Dalí, quien también usó la técnica de la imagen doble con la que Natterer compuso su Cabeza de bruja, un dibujo que muestra el verdadero y peligroso rostro de la naturaleza y de la ciudad.
SALVADOR DALI
Salvador Dalí fue un experto simulador de la locura. Creía que la podía provocar a voluntad y también que podía salir de ella sin esfuerzo. Es probable que haya algo esquizofrénico en su método pictórico, tan irracional y descontrolado en los contenidos como todo lo contrario en la forma. Su Gran paranoico, una obra de 1936 que se conserva en el Museo Boymans (Rotterdam), muestra su capacidad para ordenar el caos representándolo, al convertir una masa de seres agitados hasta la histeria en un rostro melancólico.
ALFRED KUBIN
Alfred Kubin fue un artista austriaco que se dio a conocer a principios de siglo por sus dibujos grotescos, macabros y hasta terroríficos. Escribió e ilustró una novela kafkiana, La otra parte, sobre una utopía de artistas que acaba convertida en una hecatombe. El dibujo se titula El demente Van Gogh y nos muestra al artista sometido a la angustia del cuadro en blanco, incapaz de separarse de él y mirando de reojo al exterior, como si no fuera capaz de componer solo su trabajo, algo que Kubin hacía con facilidad, demostrando que "el sueño de la razón produce monstruos", como decía Goya, la ausencia más llamativa de la muestra.
VINCENT VAN GOGH
Su pintura es inseparable de una fama póstuma que le ha convertido en uno de los artistas más legendarios y populares, el antihéroe que sólo vendió un cuadro, retrató sus botas, se cortó una oreja y se suicidó un día de tormenta veraniega: El loco del pelo rojo que interpretó Kirk Douglas en una película de Minnelli. En este cuadro, pintado el último año de su vida, Van Gogh representó a un compañero de manicomio, un loco pacífico y tuerto.
Artículo de Horacio Fernández publicado en La Revista (El Mundo). 28-9-1997
12:24 | Permalink | Comentarios (2)
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Comentarios
Casualmente anoche estuve leyendo sobre el síndrome maníaco -depresivo y la esquizofrenia, dos enfermedades mentales asociadas a procesos creativos.
La irracionalidad creadora o la demencia artística. ¿Donde está la verdad?.
Anotado por: Patricia | 14/12/08
No se donde está la línea que diferencia en un momento de creatividad la locura de la cordura.
Anotado por: Pilar | 14/12/08