Pilar Bamba, la vida a través de imágenes, palabras, música, poemas y cantos : Tossa de Mar

29/07/08 | Tossa de Mar

Tossa de Mar, paraíso azul

La provincia de Girona esconde un tesoro que cada verano descubren y contemplan miles de turistas. Tossa de Mar -en pleno corazón de la Costa Brava- o el “paraíso azul”, nombre con el que la bautizó Marc Chagall, sirvió de refugio al pintor ruso de los nazis. El artista pasó dos veranos en esta bella localidad catalana -el del 1933 y el de 1934- que lo recuerda en su Museo Municipal a través de su célebre obra titulada El Violinista Celeste.

Sus playas, sus paisajes, el entorno natural que rodea Tossa de Mar así como sus espectaculares vistas a pie de playa, convirtieron al municipio durante el siglo XIX en un polo de atracción de pintores paisajistas que venían a la población atraídos por la belleza de su paisaje.

Junto a Olot, Cadaqués y Sitges, Tossa se convirtió para muchos artistas en uno de los lugares más sugerentes. Además de Chagall, otros pintores como Mir, Gimeno, Roig Soler, Barrau, Vilallonga, Colom, Masriera y Brull, entre otros, quedaron prendados de su belleza.

Sin embargo, Tossa de Mar adquirió fama internacional gracias al cine. Pandora y el holandés herrante, protagonizada en los años 50 y protagonizada por Ava Gardner y James Mason llevó a esta localidad de poco más de cinco mil habitantes a los hogares de todo el mundo. En la gran pantalla quedó inmortalizada como "Esperanza". En la actualidad, una estatua de Ava Gardner recuerda un hecho que ha pasado a formar parte de la historia de Tossa y que se encuentra dentro del recinto amurallado románico, la Vila Vella, situado en un pequeño promontorio en plena playa.

Precisamente, Tossa de Mar es especialmente conocida por estas murallas, declaradas monumento histórico-artístico nacional y el único ejemplo de población medieval fortificada que todavía existe en la costa catalana. La construcción original se remonta a finales del siglo XII o a comienzos del XIII, pero su forma actual es fruto de la reconstrucción realizada en el año 1387.

Este recinto consta de siete torres circulares que fueron construidas para evitar los ataques de piratas. La torre de Can Magí o torre dels moros es uno de los testimonios locales de las torres de vigilancia que Felipe II mandó edificar en el siglo XVI a lo largo de la costa mediterránea, con el fin de proteger a las poblaciones de las incursiones de los piratas del norte de África. Estas torres se comunicaban entre sí y mantenían una guardia permanente de uno o dos vigías que, en caso de peligro, avisaban a la población para que se resguardara dentro de las murallas.

En el interior de las murallas todavía pueden observarse los restos de una iglesia y el palacio del gobernador. El museo municipal, con las obras de Chagall y los pintores catalanes, está situado dentro del propio recinto y cuenta además con colecciones arqueológicas, de pintura local y extranjera, escultura y vidrio.

En su momento de máximo esplendor llegó a albergar la iglesia de estilo gótico (s.XV), hoy en ruinas, y unas ochenta casas. Tossa guarda más riqueza histórica. Hay numerosos testimonios de la presencia del hombre el paleolítico. Algunos de ellos están expuestos en el museo mientras que otros permanecen en el lugar donde fueron hallados. Se han encontrado restos de varias villas romanas rurales en los alrededores de Tossa. La dels Ametllers es la más importante. Debido a su gran importancia, se encuentra en fase de excavación.

Entre los restos encontrados hay fragmentos de mosaico y de estuco, así como varias piezas de un conjunto escultórico, que demuestran la riqueza de esta villa. Las vasijas de cerámica dan testimonio del comercio con el mundo mediterráneo, mientras que los utensilios del campo, de la pesca y de los telares ponen de manifiesto las actividades agrícolas y marítimas.

Precisamente el mar es otro de los atractivos de Tossa. La belleza y la diversidad del fondo marino no tiene nada que envidiar a otras zonas de más renombre, ni tampoco sus playas. Además de la Gran Playa, a los pies del recinto amurallado, cuenta con Mar Menuda, a unos minutos del centro de la localidad, la Playa del Rey, sólo a unos metros del centro y Es Codolar, una cala tranquila también a los pies de las murallas.